¿Por qué hay estimaciones que contraponen a las expectativas oficiales de inflación? La primera respuesta está en la variación de los precios regulados. Y esto está relacionado con el reajuste en las tarifas de servicios como la electricidad y el gas, además del aumento en el costo del transporte de pasajeros en algunas zonas del país. Con ese criterio, la Fundación Libertad y Progreso estimó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado fue del 4,4%, casi medio punto más que el dato de julio.

Por su lado, el IPC de septiembre estará afectado fundamentalmente por dos componentes. Por un lado, la reducción del impuesto país del 17% al 7,5%, que estimamos tendrá una incidencia aproximada de 0,7 puntos porcentuales, que presionará a la baja. Por otro, los aumentos anunciados de tarifas de electricidad, gas y agua, junto a la suba del impuesto a los combustibles, tendrán una incidencia positiva de 0,3 puntos porcentuales sobre el índice, puntualiza el informe al que accedió LA GACETA. Con esas probabilidades, la entidad cree que la inflación de este mes se ubicará entre un 3% y un 3,5%.

“Continúa la tendencia descendente de la inflación; lo que ocurre es que en julio se postergaron aumentos de tarifas que se dieron en agosto. Para septiembre, estamos esperando que la baja del impuesto País impacte en una merma de los precios de los bienes que se pueden importar y, algo menos, en los servicios que usan insumos importados”, indica Aldo Abram, director de la fundación. Sin embargo, advierte el economista, en un contexto de inflación, no necesariamente se observarán bajas nominales de precios; ya que, en algunos casos, serán menores las subas. Tampoco, todo el impacto se daría en un mes”. Y agregó “no hay que confundir el impacto de la baja de un impuesto, que es un cambio de una vez, con una menor inflación”.

Inflación: cuánto aumentó en agosto y cuáles son las proyecciones para septiembre

Según el economista Eugenio Marí, desde mediados de junio la base monetaria se encuentra relativamente estable, lo que ha contribuido a calmar la brecha cambiaria y volver a poner sobre la mesa la posibilidad de que la inflación siga bajando. “Si este escenario se convalida y el IPC empieza a correr a una velocidad cercana al 3% mensual, la inflación anual empezaría a reducirse hasta 30 puntos porcentuales por mes, ya que estaríamos comparando con los meses de 2023 que tuvieron mayor aceleración de los precios”, acota el investigador.

Trayectoria favorable

Lautaro Moschet, también economista de la Fundación Libertad y Progreso, señala que “pese a la suba que se registra en agosto, la evolución de la inflación sigue mostrando una trayectoria favorable. La última semana del mes presentó una variación semanal de solo 0,2% y reencausa la desaceleración de la inflación núcleo”. “Esto será clave en septiembre, dado que la reducción del impuesto PAIS tendrá un impacto mayor que la suba de los precios regulados y, por lo tanto, esperamos un dato mensual mucho más bajo, probablemente cerca del 3%. Así, esperamos que la inflación continúe convergiendo hacia la tasa de devaluación de 2% mensual”, finaliza.